
La formulación de la cultura Argentina y sus manifestaciones. Cultura nacional y modelos extranjeros. La influencia del proceso inmigratorio en la cultura Argentina
Durante los siglos XV y XVI España y Portugal se convirtieron en las mayores potencias de Europa. La aristocracia española se consolidó en el poder, ayudada por el respaldo económico derivado de las cuantiosas riquezas llevadas de América, aunque los enormes gastos producidos por las continuas guerras territoriales fue llevando a la decadencia al sistema aristocrático español.
El desarrollo burgués se consolidó en Inglaterra (siglo XVII) y Francia (siglo XVIII) cuyos fundamentos teóricos fueron un cuerpo de ideas o puertas a la estructura monárquica y basados en la filosofía de la Ilustración.
El proceso de la Revolución Francesa culminó con la dictadura de Napoleón. Este hecho político más las injusticias que provocó la incipiente industrialización, generó un ataque a los principios racionales y universales de la Ilustración.
El proceso Europeo produjo efectos sobre el Río de la Plata. Se conformaron los estados nacionales y en nuestro territorio se produjeron cruentas luchas internas que pagaron por modelos alternativos de país.
Cada sociedad es histórica e implica una estructura de dominación. Esta controla la estructura del poder en forma normada, la justifica mediante una ideología y tiene efectos en la ubicación social de las personas en base a su poder y a su prestigio (estratificación social).
Durante la conquista emergió la cultura hispanoamericana. En todo territorio las diferencias la marcaban: la geografía, las economías regionales y por sobre todo el distinto grado de evolución de los aborígenes.
Características de la vida social de las comunidades en nuestro territorio: 1) estratificación social de tipo estamental. Nace el patriciado criollo que poseía privilegios asentados en un sistema familiar de base patriarcal que abarcaba a las familias, criados y sirvientes. Se fundaba en relaciones primarias, personales, afectivas, concretas y jerarquizadas. De allí, surgen valores de esta cultura: amabilidad, hospitalidad, fidelidad, amor a la tierra, orgullo local, entre otros; 2) El estamento del clero poseía privilegios y tenían el control de las costumbres, la moral y la educación; 3) Escasa movilidad social. Aún prevalece en algunas provincias (zona andina, Corrientes) en el resto del país tiene un carácter residual.
La forma de vida de la sociedad nacional aparece durante la denominada organización nacional. Políticamente los estratos dominantes del Estado nacional impusieron la integración social de la sociedad formada por la ideología liberal. Sus objetivos fueron: 1) orientación hacia el modelo de sociedades nacionales que tenían los países más adelantados (Estados Unidos, Europa); 2) aceptación de la división social del trabajo impuesta por Gran Bretaña; 3) promoción de la agricultura y ganadería; 4) política librecambista; 5) ingreso de capitales creando privilegios; 6) instalación de la infraestructura necesaria para el proyecto. Ejemplo: ferrocarriles para conectar la producción hacia Europa; 7) poblar la región.
Hacia el año 1914 los objetivos se lograron. La llegada de la inmigración fue conformando una burguesía (comercial e industrial), clase media (profesionales) y el proletariado en las incipientes industrias. Se integró un estado nacional clasista ordenado en base al éxito económico y a la tenencia de la propiedad.
Luego de 1920 se producen hechos significativos en el país: 1) desarrollo de algunas economías regionales. Ello produce inmigraciones latinoamericanas que reivindican la cultura vernácula; 2) en la década del 30’ comienza la caída de los precios agropecuarios y un grave deterioro del proceso de intercambio; 3) alrededor de 1945 la política liberal dejó de ser respuesta y el Estado amplio sus funciones. Se produjeron migraciones internas hacia la zona pampeana donde se desarrollaron industrias. Se incorporó al proletariado y en ellos emergió la cultura autóctona. Este proceso reivindicó normas, valores y formas de vida de la cultura autóctona, y en Buenos Aires, la tecnología y su definición cultural subrayan la variación modernista de la cultura argentina, sin renegar del sustrato iberoamericano.
Juan José Hernández Arregui dice “la cultura es el papel de un pueblo, es colectiva, y está constituida por pautas existenciales de la comunidad, acatadas por hábitos inconscientes”. Las variaciones de la cultura dependen de la tecnología (proceso activo del hombre y su medio) “cuando la cultura adquiere consciencia de sí misma lo colectivo desborda y nacionaliza lo universal”.
Los elementos básicos de la cultura son: 1) la lengua, se refleja la idiosincrasia nacional que es la memoria de su existencia histórica; 2) la tradición es el reservorio cultural que las generaciones heredan y transmiten. Adoptan representaciones simbólicas que reflejan las costumbres del grupo.
La cultura argentina está formulada por estadios culturales yuxtapuestos con permutaciones culturales: 1) la napa andina (cultura criolla de raíz hispánica); 2) la moderna (ligada a Buenos Aires y regida por la producción agropecuaria).
La primera es producto de la fusión de culturas, la española y la India. Unidas al desarrollo técnico y económico español, las creencias indígenas perciben a través de la música, cerámica, alfarería, tejidos, usos sociales indígenas, etcétera. De tal forma, se origina la cultura hispanoamericana.
Con la disolución del Imperio español en América las oligarquías nativas se desarrollan al vaivén de la hegemonía inglesa y aportan sus sistemas políticos, y una cultura francesa por negación a la española.
En lo externo prevalece lo europeo (derecho, religión, técnicas) pero en la base se sostiene el sustrato nativo (idioma, costumbres, tradiciones). La inmigración fue beneficiosa como hecho demográfico y económico, pero su aporte cultural y su asimilación al país fueron negativos por la resistencia a la cultura nativa. La cultura colectiva nacional permaneció intacta en las masas del interior que derivó gran parte del proletariado que llegó a la región pampeana.
El desarrollo del capitalismo terminó aboliendo la rigidez de las culturas. La unificación del mercado mundial creó las bases de una cultura mundial, y alrededor del año 2000 se dio un nuevo fenómeno histórico: la globalización.
Los logros se dieron en torno a 1) los beneficios de la revolución en las comunicaciones y la conexión del mundo; 2) la caída de los muros ideológicos; 3) la circulación mundial de bienes y capitales, en suma, la devoción hacia las altas tecnologías y nuevos descubrimientos que provocaron evolución en la humanidad.
Los efectos negativos se consideran: 1) las graves amenazas hacia los espacios nacionales y sus identidades culturales; 2) la despolitización de la sociedad; 3) el proceso no dirigido por una voluntad ética; 4) los impactos tecnológicos asimétricos. En suma, que la globalización sea una ideología para volver a fundamentar el mercado libre.
Para Manuel Urriza América Latina ofrece dos niveles culturales. Por abajo la unidad cultural derivada del origen pre hispánico e hispánico fundacional que hace de subsuelo común al conjunto latinoamericano desde Méjico a Tierra del Fuego y que el autor denomina “espacio cultural continental”.
Por arriba la diversidad cultural asignada en las diferentes adaptaciones que la unidad cultural originaria ha experimentado, según las particularidades de cada escenario regional, las agregaciones que ha tenido en cada uno de ellos (inmigraciones) y los distintos desarrollos alcanzados que conforman y que llama los “espacios culturales nacionales”.
La identidad Argentina se compone de una multiplicidad de elementos culturales prehispánicos, hispánicos, y multiculturales cohesionados por un fuerte sentido de pertenencia nacional, y por un desarrollo histórico con particularidades propias.
¿Cómo insertarnos en el mundo? Para este autor, “una opción”, refiere aceptar a esta universalización como compulsiva (denominada “globalización”) que alimenta la masificación para estandarizar el consumo, y cuyos efectos desestructuran la identidad nacional. La otra opción, es la integración regional – continental basada en una estrategia elaborada desde lo “cultural – nacional” y lo “cultural – continental”.
Según Urriza, nuestro destino como pueblo debería proyectarse a través de un reforzamiento del “nosotros continental” al que pertenecemos, pero resaltando las particularidades del otro nacional que construimos.
Para lograr dicho objetivo se propone: a) re-conocernos en lo cultural – continental; b) suavizar las masas jurídicas buscando reencontrar las culturas comunes separadas. Redefinir el concepto de soberanía y pasar de un contenido jurídico – político a un contenido cultural; c) reescribir nuestro pasado pensando las historias nacionales en una dimensión del contexto continental. Estos contenidos deberían instalarse especialmente sobre tres ámbitos: 1) sobre los estratos poblacionales populares: porque están sometidos al riesgo de la desvirtuación de lo continental y aún de lo nacional disolviendo su identidad; 2) sobre los contenidos que ofrecen y reproducen los medios de comunicación masiva que debieran ser fieles a los contenidos de lo cultural – continental para fomentar la homogeneidad y su convivencia parlamentaria; 3) sobre los sistemas formales de educación: a) en los niveles primarios y secundarios debería afianzarse el sustrato espiritual y mental de lo cultural continental; b) en los niveles superiores sería necesaria la capacitación para cubrir las necesidades operativas, y, los conocimientos especiales para instrumentar la integración.
Para este autor, Argentina debería consolidar su manera de “ser” (esencia) y de “estar” (presencia) dentro de la universalización integradora de lo que no debe ni puede sustraerse.
Se debería asumir la fragmentación interna (racionalización) y distribuir armónicamente por el espacio nacional, territorial, y humano los recursos económicos, las capacidades organizativas, el otorgamiento de incentivos, y las redes comunicacionales en una estrategia integradora, paralelamente al reforzamiento de la unidad estructural donde debe sintetizarse la identidad cultural nacional.
Leandro Mata
(Febrero 2009)
No hay comentarios:
Publicar un comentario