lunes, 18 de mayo de 2009

MISMAS PASIONES, MISMOS EFECTOS


En el conjunto de ideas, artes y costumbres que formaban la cultura y caracterizaban el estado social de un pueblo se conectaban con la rusticidad, fiereza y crueldad de sus ciudadanos.

Todo el territorio argentino atravesaba etapas muy oscuras y violentas, donde se enfrentaban dos modelos básicos: los unitarios y los federales. Los primeros tenían ideas monárquicas y elitistas, los segundos reunían a la clase más allegada del pueblo extendida hacia las provincias, aspirando a integrar todo el territorio nacional. “A los enemigos del orden, mazorca. A los subversivos métanles miedo en el alma, cápenlos”.

En este período la independencia política estaba solucionada y la idea era insertar a Argentina al capitalismo liderado por Gran Bretaña.

Según Esteban Echevarria en el dogma socialista, plantea que a fines del año 1837 se propuso suscribir una Asociación de jóvenes que quisieran trabajar por la patria. La sociedad Argentina se dividía en dos: unitarios y federales.

Los unitarios eran la minoría vencida, tenían buenas tendencias, pero sin bases locales de criterio socialista, y algo de antipatía por sus arranques de exclusivismo y supremacía.

Por su parte, los federales, eran considerados los vencedores, se apoyaban en las masas populares y eran la expresión genuina de sus instintos “semi bárbaros”.

Se intentó implementar una nueva generación, que por su edad y posición, debía aspirar a ocuparse de la cosa pública. La generación nueva, había sido educada (la mayor parte) en escuelas de unitarios fundada por estos, así, corrían con la presión y obligación, de tenerles simpatía o ser menos federales que unitarios.

Desde su particular enfoque, Sarmiento propone educar al soberano: “El poder, la riqueza, y la fuerza de una nación dependen de la capacidad industrial, moral, e intelectual de los individuos que la componen” y para él, la educación pública no debía tener otro fin que el de aumentar las fuerzas de producción, de acción y de dirección, incrementando cada vez más el número de individuos que la posean. “Si no se educa a las nuevas generaciones se seguirán produciendo los males de organización actual”.

Alberdi pide el voto calificado, o sea, que el ciudadano que vaya a votar sea un ciudadano “capacitado”. Mientras que Echevarria habla de bloque histórico, explicando la importancia del control del sufragio, como herramienta popular para el beneficio de las naciones.

Pero si nos remitimos a la antigua Grecia veremos que, toda ciudad es una asociación, y toda asociación se forma por algún interés. Todas las asociaciones se proponen el logro de una ventaja. Tal es el caso de la ciudad o asociación política.

Para Platón la educación e instrucción se vincula a que los gobernantes deben ser más viejos que los gobernados, y entre ellos tienen que gobernar los mejores. Deben ser sensatos, influyentes, y preocuparse por toda la comunidad.

Hay por efecto natural en la conservación de las especies, uno que manda y otro que obedece. El que manda, es el que por su inteligencia es capaz de generar previsión, autoridad, y mando, éste, tiene un modo natural de hacerlo. Por su parte, el que obedece es el que sólo posee la fuerza natural para la ejecución, así, éste debe servir.

Para Maquiavelo la historia tiene su lógica, todos los tiempos vuelven: prevalece el eterno retorno de las cosas como gran ley de la historia. El conocimiento del pasado es fuente de lección provechosa para el presente y de advertencia para lo futuro.

En esta producción, hablamos de la educación en Argentina y la visión griega, pero siempre sobre dos ideologías opuestas, exaltaciones, intereses, alteraciones y cambios de mando, debido al intento de obtención y ejercicio del poder, con distintas visiones políticas.

La definición de ideología política (en Argentina) estaría vinculada al conjunto de ideas ordenadas (se hace un diagnóstico), se analiza el presente haciendo referencia al pasado (representación) con un plan futuro.

Los hombres pasan por la vida, pero la naturaleza humana permanece invariable en la historia de los mismos sucesos.

Quien debe saber lo que ha de venir considere lo que ha pasado, ya que todas las cosas de este mundo (en todos los tiempos) se asemeja a lo que ha ocurrido antes. Así sucede, porque siendo ellas obras de hombres que tienen y han tenido siempre las mismas pasiones, necesariamente han de producir los mismos efectos.


Leandro Mata
(Agosto 2008)

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