
“EN LA CÁRCEL ME HICE PUTO, DROGADICTO, TIMBERO Y PERONISTA"
En el film de Marcelo Piñeyro la trama se basa en una historia real ocurrida en Buenos Aires durante el año 1965, en plena proscripción del Peronismo.
En un contexto de privación absoluta, la homosexualidad y el peronismo eran elementos que unidos sólo podían terminar en una única vía: la marginación.
Dentro de esta coyuntura histórica, la clandestinidad, tanto en lo político como en lo social, era moneda corriente. De tal forma, Constitución abría sus puertas a la homosexualidad, en donde los sujetos marginados por su condición buscaban un placer que estaba oculto en la sociedad.
Los protagonistas, el “Nene” (Leonardo Sbaraglia), Ángel “el Gallego” (Eduardo Noriega) y Oscar Di Pazco “el Cuervo” (Pablo Echarri) son atracadores de bancos profesionales. Junto a Fontana, su jefe (ex preso político de Sierra Chica), planearon el asalto al furgón que trasladaba los sueldos de una Municipalidad. El robo y la fuga se convierten en un baño de sangre, con dos policías muertos y “el Gallego” herido.
A raíz de este episodio, la policía trabajó bajo los mecanismos propios de la dictadura. La violación, el saqueo, las golpizas, eran características propias del accionar policial. Esta situación se reproduce en el momento en que “Vivi” (Dolores Fonzi) es violada y maltratada por la policía, y que además, sufre el saqueo de su hogar.
Luego de un desenlace inesperado, “el Nene”, “el Gallego” y “el Cuervo” huyen a Montevideo para esconderse con el botín. Durante el tiempo que permanecen ocultos, las relaciones personales entre los mellizos -la pareja conformada entre “el Nene” y el Gallego”- se deteriora sensiblemente. La tensión, la desconfianza y las sospechas que la policía está siguiendo sus pasos se unen a la aparición de Giselle (Leticia Bredice), una joven prostituta, con la que Leonardo Sbaraglia comienza una relación a espaldas de Eduardo Noriega.
En el film nada está situado en forma casual, el director se basa en la novela de Ricardo Piglia, aunque remarcando distintos momentos de la historia.
Estos lapsos los denomina bajo dos categorías, por un lado, “El hecho”, en donde encuadra lo que sucede en el robo al banco, y por otro, “Las Voces” que denota la paranoia en los protagonistas, propia de la exclusión, las distinciones y las diferencias que padecen.
Los medios de comunicación tienen su participación en el film. Manejados por los sectores dominantes intentan manipular a la sociedad bajo sus mensajes. De esta manera, se logra visualizar el papel funcional al sistema, tanto en el medio radiofónico, que comunica a la población que la banda de delincuentes tiene estilo clandestino, como en los diarios argentinos y uruguayos, que denominan al grupo como un “trío de malvivientes”, refiriéndose a ellos en un título que expresa las palabras “Caos, Destrucción y Muerte”.
La banda defiende el dinero no tanto como una mercancía, sino más bien como una forma de recuperar algo de todo lo que les fue robado. Las ilusiones se desmoronan al verse privada y proscripta la libertad de ser, de crecer y vivir. Ante eso, deciden quemar toda la plata y pelear atrincheradamente en su escondite. Luego de la muerte de “el Cuervo” y “El Nene”, Ángel “El Gallego” decide esperar a que lo maten mientras sujeta a su pareja, con la que la sociedad siempre le prohibió aferrarse.
Leandro Mata
(Diciembre 2008)
No hay comentarios:
Publicar un comentario