
Breve desarrollo de los conceptos estratificación social, clases sociales, y estructura socioeconómica de Argentina
Clases sociales, movilidad social y estructura socioeconómica en Argentina
Sobre clases sociales podemos encontrar dos grandes posturas teóricas. La primera, es el enfoque funcionalista que considera que la estratificación social es funcional para el sistema social; la segunda, es el enfoque conflictivo que se basa originariamente en la concepción marxista.
A su vez, los indicadores sociales, son datos de la realidad que la sociedad toma en cuenta para asignar “status” social.
Para Marx los indicadores sociales de mayor interés son los que definen las relaciones que los miembros de la sociedad tienen con los medios de producción, como serían la propiedad o el ingreso económico.
Max Weber, en cambio, diversifica más la naturaleza de los indicadores sociales que deben tomarse en consideración, propone el prestigio social, la educación y el poder político. Considera a la propiedad, el poder y el prestigio como tres bases separadas, aunque interdependientes, que generan distintas jerarquías en la sociedad, formando una “situación de status”.
Weber distingue dos conceptos: “clase social” y “situación de clase”. Este último término, entiende a una persona o grupo social que obtiene un suministro determinado de bienes, condiciones externas de vida y experiencias vitales, en la medida en que ésta probabilidad este determinada por el tipo y la cantidad de poder, o la falta de éste, para disponer de bienes o habilidades para obtener ingresos en un orden económico dado. Por su parte, clase social, se refiere a la persona o grupo de personas que se encuentran en la misma “situación de clase”.
Tipologías de clases sociales
La concepción funcionalista toma las diferencias ocupacionales como referencia de los diferentes “status”. La concepción marxista que divide la sociedad capitalista en las dos grandes clases de burgueses y proletarios también ha sabido introducir diferenciaciones más minuciosas, como es la de las personas que viven de salarios, de beneficios o de rentas según efectúan la utilización de su fuerza de trabajo, su capital o su propiedad territorial, es decir, de los distintos medios de producción. Sin embargo, la tipología de mayor utilización es la clásica de clase alta, media y baja.
Movilidad social
Este concepto refiere al desplazamiento o cambio de posición social, que ocurre a una persona o conjunto de personas dentro de la estratificación social. Debe distinguirse la movilidad social de la física o geográfica que consiste en un desplazamiento territorial y que se denomina migración si ocurre dentro de un mismo país, y emigración (salida) – inmigración (llegada) cuando sucede entre dos o más países.
La movilidad física o geográfica por sí sola no constituye movilidad social pero puede serlo siempre y cuando el cambio territorial de las personas les ocasione también cambios de posición social o “status”.
Tipos de movilidad social: vertical y horizontal
Se denomina horizontal el cambio que se produce de un conjunto social a otro pero dentro del marco del mismo nivel social o “status”. Mientras que vertical se denomina al desplazamiento o cambio, de un nivel social a otro, de una clase social a otra, con lo cual se modifica la posición social (“status”). Puede ser ascendente, de un nivel social inferior a uno superior, o descendente, de uno superior a uno inferior.
Estructura socioeconómica en Argentina
Según Agulla en el país coexisten tres sistemas de estratificación social: 1) prevalece la estructura social-clasista, típica de las sociedades nacionales industriales, fundamentada en el poder de la riqueza; 2) subsiste residualmente en las zonas rurales la estratificación de tipo estamental basada en la tenencia de la tierra; 3) lentamente emerge en las grandes concentraciones urbanas la estratificación social fundado en los status ocupacionales que deriva del poder de la capacitación ocupacional.
La primera distinción se da entre carácter urbano y rural, el 86,9% de la población es urbana y el 13, 1% es rural.
Por un lado, en la estructura socioeconómica rural la tendencia de la tierra, el control y su explotación son los elementos que clarifican y caracterizan la estratificación social rural.
El estrato alto son los propietarios de más de dos mil hectáreas. Representan el 1% de la población rural pero poseen el 70% de las tierras de todo el país. Generalmente viven en las grandes ciudades.
El estrato medio alto lo constituyen propietarios y arrendatarios que explotan tierras que oscilan entre 200 y 2000 hectáreas. Conforman el 12% de la población rural y poseen el 20% de la tierra disponible. Viven en el campo y junto a algunos profesionales de los pueblos, los administradores de grandes propiedades y algunos comerciantes son de hecho el estrato alto rural.
El estrato medio bajo lo forman los propietarios y arrendatarios pequeños que viven y trabajan en el campo. Son los denominados chacareros que explotan tierras de menos de 200 hectáreas y que realizan sus trabajos junto a su familia. Forman el 39% de la población rural y poseen el 10% del total de la tierra. Constituyen el estrato más conservador en relación o innovación a las individualizaciones tecnológicas.
Los estratos bajos lo constituyen los peones asalariados de los propietarios grandes y medios. Se suman aquellos que trabajan en las cosechas. Son el 48% de la población, no obstante, esta se redujo por las continuas migraciones hacia las zonas urbanas.
Esta estratificación recibió mutaciones desde 1970 debido a las transformaciones tecnológicas. Ellas son: 1) grandes conglomerados económicos que adquieren tierras atraídas por la productividad agrícola; 2) emergen los estratos de los contratistas agrícolas mecanizados que venden servicios de laboreo y cosecha, y reducen los arrendamientos de largo plazo. Estas empresas exceden el modelo familiar y se asocian con actores agrarios (inversores, contratistas, tamberos).
Por el otro, la estructura socioeconómica urbana tiene centros urbanos chicos: la estructura del poder es controlada por estratos tradicionales, los estratos intermedios se dedican al pequeño comercio, la burocracia estatal y las actividades artesanales.
Los estratos bajos cumplen las funciones manuales, son economías de consumo interno. En cambio, en las ciudades donde se desarrollan la industria y el comercio, se elevó el nivel educativo y los ingresos de la población prevalece una estructura clasista fundada en el poder económico. Emerge en las grandes ciudades la estratificación por status ocupacionales y aún quedan residualmente elementos de la sociedad estamental como el patriciado.
Los estratos altos representan el 1,2% de la población. Lo constituyen: a) el patriciado: que asienta su poder en la explotación del sector primario; b) la burguesía industrial, comercial, y financiera, que actualmente concentran el mayor poder económico y político; c) la dirigencia compuesta por altos funcionarios y profesionales que ocupan cargos ejecutivos de administración y gerenciamiento. Este estrato controla más del 65% de la producción y del 50% de los obreros y empleados del país.
Los estratos medios altos están conformados por los propietarios de industrias menores y comerciantes, que desarrollan el 30% de la producción y tienen a su cargo el 40% de los obrero del país, y por los altos funcionarios del Estado, profesionales y técnicos que tienen un relativo poder en la estructura política.
Los estratos medios bajos están integrados por los pequeños comerciantes e industriales, y por los empleados medios estatales o privados.
Los estratos bajos se constituyen por los obreros e industriales calificados, los trabajadores manuales y de servicio, y por los operarios y empleados técnicos calificados, que son el 50% de la población actual del país.
El último escalón de los estratos bajos (10%) lo ocupan los marginales, que son los sectores de bajo nivel educativo (migrantes internos e inmigrantes de países limítrofes) que por diversas razones no fueron incorporados al sistema productivo. Viven en las villas de emergencia en las grandes ciudades.
Distribución de actividades productivas en primarias, secundarias y terciarias. Participación en el Producto Bruto Interno (PBI)
Las actividades primarias están destinadas a recoger los productos de la tierra: cultivos, árboles, minerales, pesca, ganadería, entre otros. Todos esos productos constituyen las materias primas. Una vez obtenidas sólo una parte de ellas se consume y el resto modifica los recursos de las materias primas o de los bienes intermedios en bienes terminados. Esta segunda actividad productiva se llama secundaria. Cómo una panadería transforma la harina en pan, es un ejemplo de esto.
Una vez cumplida esta etapa, los productos elaborados se consumen en forma directa. Deben realizarse tareas de distribución para alcanzar los productos a los consumidores. Esta es la etapa de los servicios entre otros (transporte, bancos, tiendas, bares). Los intermediarios son tan necesarios como las actividades primarias y secundarias. Toda la etapa que abarcan los distintos servicios se llama actividad terciaria.
El porcentaje de población activa en cada rama de la producción es un índice del desarrollo de la sociedad. En una sociedad tradicional su estructura se halla dominada por la producción primaria. A su vez, la tenencia de la tierra constituye un factor de poder.
En cambio, en una sociedad moderna tiene importancia decisiva la actividad secundaria, altamente especializada y diversificada bajo la forma de una industrialización masiva, sostenida por una tecnología sofisticada y en constante perfeccionamiento, que extiende la división del trabajo. Los consumos son elevados y variados y ello desplaza recursos hacia la actividad terciaria.
Conforman el producto bruto interno (PBI) los bienes y servicios finales producidos por una economía durante un año. En los países desarrollados el promedio de participación de los sectores primarios representa el 4% del PBI. A su vez, el sector secundario integra el PBI en un 37% mientras que el sector de servicios constituye el 59%.
En los países desarrollados el promedio de participación de los sectores primarios representa el 4% del PBI. A su vez el sector secundario integra el PBI en un 37% mientras que el sector de servicios constituye el 59%.
En los países subdesarrollados la producción primaria genera el 17% del PBI, la producción industrial el 36% y el sector terciario representa el 47%.
Leandro Mata
(Marzo 2009)
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