
De fondo “La montaña roja” y es difícil creer que La Renga haga un Megacústico, pero en ese estado flotaba la cuestión cuando ingresé a la Trastienda de San Telmo, donde un grupo compacto de rollingas saltaba en torno al tema de la banda de Mataderos, aunque estaban ahí por otra cuestión: La 25 presentaba su último trabajo “Mundo Imperfecto”.
La voz de un locutor, sintonizada en los altoparlantes del lugar toma por asalto el final del tema, va a una pauta y vuelve para presentar un corte de Vicentico titulado “Cupable”. De este modo, pasamos del estirpe del rock barrial a un bolero reformulado para ser hit de radio onda latina.
La música que propone la radio y que se escucha en toda La Trastienda hasta que salga la banda y de el show, desentona con los flequillos en la frente que forman parte del 90 por ciento del público en el lugar. Pero si hay algo que ha logrado la Mega, es mezclar en un mismo coctel, el apio y la naranja.
Mérito para Daniel Hadad, que ha logrado condensar al mejor estilo noticiero de las 19, la frivolidad, la tragedia y el fútbol, pero a nivel musical. Sólo de este modo podemos explicar que los géneros dentro del rock nacional se peguen dentro de la frecuencia 98.3 con la misma facilidad que se despegan. Entre La Renga y Vicentico hay un abismo de diferencia, pero en la industria del entretenimiento a manos de un empresario de medios de repudiable ideología, todo vale.
El negocio está hecho e implícitamente todos somos cómplices, el problema es cuando el público se cree que el artista o la banda son o viven como cantan. Ahí radica la diferencia entre distinguir y ver.
En fin, los seguidores en cuestión se percatan de Vicentico y ven en los minutos que dura la canción, el momento propicio para cantar a favor de Korneta, el fallecido ex líder de “Los Gardelitos” y repudiar a Gustavo Cerati deseándole la no existencia. Desde un tiempo a esta parte, el ex Soda Stereo se ha convertido en el blanco a pegar preferido por los seguidores que levantan las banderas del rock barrial. Por dentro, me pregunto si le dirían lo mismo si tuvieran la oportunidad de cruzarlo por la calle. Pero esa es otra historia.
Lo que nos compete ahora, es la voz de una locutora anunciando que en el primer Megacústico del año, La 25 está presentando su nuevo disco y ya no hay lugar para odios, la gente estalla y se abarrota contra el escenario cuando siendo las 20 horas, la voz cantante, Junior, ingresa y sin decir nada dispara los acordes de “Primavera light”, “No quiero morirme de viejo señor, ni quiero que me digan lo que tengo que hacer”. Amén, parece decir la gente que empieza a mover la cabeza y a saltar con energía.
La banda de Quilmes, arriba suena potente, violando la consigna de acústico que lleva consigo el show. Una multitud de tres guitarras, disparan riffs y bases Stones que logra en la apreciación cognoscitiva de lo que se escucha, generar la sensación de que con el correr de los temas, la melodía es la misma y la letra es diferente. No es un percance de la banda que el efecto sea ese, sino un karma que el género Stone nunca pudo sacarse de encima.
Pasan tres temas y Junior corta el monopolio de canciones con un “gracias a todos los que vinieron” y anuncia que ahora van a dar paso a la presentación del sexto disco de la banda, llamado “Mundo Imperfecto”, compuesto por 12 temas y editado en 2008. Para ello, entra una cuarta guitarra que hará las veces de rasgueo y una armónica.
Desde lejos todo se puede ver mejor, sobre la barra de La Trastienda, donde elegí poner mi anotador, un flaco que recién ingresa de la mano de su novia me pregunta si hace mucho qué la banda está tocando. “Es el quinto tema”, le contesto y el tipo en cuestión frunce las cejas en un gesto de lamento alternativo. El tema que siguió a mi respuesta, -el sexto- fue el que más me sorprendió, se llama “10 mandamientos” y tiene un jugado aporte de vientos, repartidos entre dos saxos y una trompeta. “Los boludos son como las hormigas, en todas partes están” reza un fragmento de la canción, mientras al mejor estilo Roberto Sánchez, las grupies le sacuden sus sedas y chalinas a Junior, que hacen las veces de tangas.
Pos Cromañon, La 25 es quizás junto a Los Jóvenes Pordioseros los dos grupos que tomaron la escena del rock barrial y bajo esa etiqueta supieron repartirse el público que por momentos dejó vacante Viejas Locas, Intoxicados y en menor nivel, Callejeros. Dentro del mar de flequillos, un hombre alto, de pelo largo y rubio resalta sobre el resto, lleva unas Topper de lona, una remera del grupo en cuestión y varios tatuajes, es el actual delantero de Leandro N. Alem y ex jugador de Vélez y Argentinos entre otros, Carlos “Lobo” Cordone que tras hablar con un espectador, agita sus manos en dirección al escenario cantando el estribillo de uno de los hits mas significativos de los comienzos de la banda, “Mil canciones”, “que tengas una buena vida hermanoooo”, arenga el lobo, que esta noche no tiene la sombra del doping encima.
Sobre el epílogo del show, la banda homenajea al “Bocha” Sokol con “Hacela de nuevo”, la gente aplaude y ovaciona al ex Sumo y Las pelotas, mientras personal de seguridad saca desmayada a una grupie por la puerta principal y Junior aprovecha para publicitar el show del próximo viernes en La Vieja Usina de Córdoba, show que también cubrirá la Mega y que beneficiará a un fan llevándolo hasta ese lugar y dándole acceso a los lugares que comúnmente no tiene acceso.
“Hasta la victoria siempre” son los acordes que elige la banda para cerrar su presentación en La trastienda y verborragiar actitudes revolucionarias y sueños a respetar a rajatabla. Una actitud que tal vez la gente se crea, pero que en todo caso, en boca de la voz de la banda, no significan más que logros individuales y la satisfacción de un grupo de saber que llegaron adonde llegaron y que a su lugar se lo tienen bien ganado, pero que distinguiendo, nada tiene que ver con actitudes que impulsen un cambio social significativo.
Después de eso, el grupo saluda y la locutora cierra anunciando que el próximo mes, Pedro Aznar será el invitado del Megacústico. El negocio está hecho, pienso por dentro, mientras salgo con rumbo al subte pensando en que hoy Charly tocó en Lujan y con la duda de si Hadad escuchó alguna vez a La 25. Yo creo que no. “Hasta la victoria siempre”, que buena paradoja. No hay dudas, Daniel ganó otra vez.
Germán Uriarte
(Marzo 2009)
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