
Breve recorrido por los conceptos persona y socialización
Persona (concepto): la naturaleza y la influencia de la cultura en la persona
Según Kingsley Davis en “Sociedad Humana” todo individuo dado es en parte producto de dos modos distintos de transmisión: uno hereditario y otro social. El primero funciona por medio del mecanismo de los 33 genes, los cromosomas y la reproducción humana; y el segundo funciona a través de mecanismos como la costumbre, el aprendizaje y la comunicación simbólica.
El biológico hace referencia a la herencia genética, y el cultural refiere a lo social. Éste último se va incorporando al ser humano durante toda su vida. El proceso a través del cual el ser humano incorpora elementos culturales se llama “socialización”.
Personalidad (concepto): factores biológicos y sociales
Kingsley Davis expresa que el término personalidad se refiere a un fenómeno psíquico. La personalidad hace referencia a una faz dinámica de la persona que sólo puede ser conocida observando su manera de actuar, la manera en que el ser humano da respuesta a los distintos estímulos del medio ambiente.
Para que el ser humano incorpore elementos culturales desde su nacimiento, se hace indispensable la presencia de otra u otras personas que asuman el rol de agentes socializadores, cuya función será provocar el estímulo necesario a fin de que el objeto de conocimiento sea internalizado por el sujeto que se está formando. Es en los grupos donde el ser humano moldea su personalidad, desde el nacimiento hasta la muerte, la actividad humana se realiza grupalmente.
Los medios masivos de comunicación a través de la publicidad utilizan modelos del rol para cierto sector de la población a fin de vender un producto.
Proceso de socialización: concepto y características
Según Harry Johnson en “Sociología: una introducción sistemática” la socialización es el aprendizaje que capacita al individuo a realizar roles sociales. La socialización es el proceso mediante el cual el individuo es absorbido por la cultura de su sociedad. La socialización es un aprendizaje, el individuo aprende a adaptarse a sus grupos.
Se trata de un “proceso” que “forma” y “transforma” la “personalidad”, se realiza en “interacción” entre dos o más seres humanos, y su transmisión da pautas de comportamiento. Es el agente socializador quien diferenciará claramente, a través de premios y castigos, las conductas correctas de las incorrectas.
Etapas de socialización: primaria y secundaria
La primera hace referencia a la niñez y adolescencia, y la segunda a la adultez.
La socialización primaria se divide en cuatro etapas: oral, anal, edípica y de latencia, y adolescencia, extendiéndose desde el nacimiento hasta la adultez o madurez.
La etapa oral comienza en el nacimiento hasta los primeros meses de vida. La característica primordial es el alto grado de egocentrismo del bebé; todas las cosas que lo rodean hasta las personas que satisfacen sus necesidades son para él una prolongación de su cuerpo. En esta etapa el ser humano vive unido al agente socializador.
La etapa anal comienza alrededor del primer año y se prolonga hasta el tercero. Los desafíos son aprender a caminar, el control de esfínteres y la descripción de los hábitos de higiene. El agente socializador en esta etapa cumple un doble rol, por un lado, deberá propender al cuidado y cubrir las necesidades del niño, y por el otro, interactúa con el resto de la familia, es decir, que la madre como agente socializador es el nexo entre el subsistema “niño-madre”, y el sistema mayor “familia”.
La etapa edípica y de latencia se da desde los cuatro años hasta los doce o trece años. El niño se integra a la familia como un miembro más, va identificándose con el rol social de su propio sexo desarrollando habilidades necesarias para ejercer las normas sociales que le imponen, por ejemplo, su rol de varón.
La identificación con su grupo de pertenencia (familia) aparece cuando el niño comenzando su etapa preescolar, se relaciona con los pares, reconociéndolos como sujetos extraños a su grupo de pertenencia, y por ende, miembros de otra familia.
La etapa de adolescencia se da a partir de los doce o trece años hasta la madurez.
El tiempo de duración de la adolescencia es cultural, lo marca la sociedad en el cual el joven se encuentra. Difieren la edad de entrada en la adultez según los factores socioeconómicos que se consideren y las normas que le asignen al rol de adulto en esa sociedad. Se da gran ambivalencia, ya que, el desarrollo físico que sufre el joven las más de las veces no está acompañado por una equivalente madurez psíquica. Los agentes socializadores por excelencia, en esta etapa, son su grupo de pares (amigos). La adolescencia es un período de crisis, de metamorfosis. Un adolescente ha dejado de serlo cuando asumen solo aquellas responsabilidades que, según su medio, deberá enfrentar un adulto acompañadas de un desarrollo físico y psicológico.
La socialización secundaria es aquella que se desarrolla a lo largo de la adultez de una persona. Quien se socializa puede de antemano imaginar aquello que pretende aprender, como así también, su utilidad. La comunicación entre el agente socializador y el adulto es mayor, pues, el uso del lenguaje se realiza en toda su extensión.
Aquello que dificulta la socialización, en esta etapa, es el conflicto que puede satisfacerse entre nuevas pautas de comportamiento que puede asumir el adulto y que entran en colisión con viejas normas ya internalizadas. No se debe olvidar la carga emotiva que tienen los objetos conocidos durante la socialización primaria, por ello, este aprendizaje de un objeto nuevo que mucha veces debe desplazar un conocimiento ya adquirido requiere más tiempo y esfuerzo por parte del adulto que se socializa.
Ajustes de socialización: familia, instituciones, medios de comunicación
Los agentes socializadores provocan el estímulo necesario en el acto de aprender qué deberá realizar el niño, el adolescente y el adulto.
En la primera etapa es la madre o quien ejerza el rol de tal; en la segunda el niño ya distingue entre él y el otro, aquí es la persona que atiende sus deseos y necesidades. Normalmente este rol lo ejerce la madre; durante la tercera etapa comienza a discriminar entre ambos sexos y distingue roles dentro de la familia (mamá, papá, hermanos) y cuando se identifica con el grupo de pertenencia los pares intervienen como agentes socializadores; en la cuarta etapa el joven adolescente reconoce principalmente como agente socializadores al grupo de pares (amigos).
Durante la socialización secundaria el agente socializador estará en cabeza de un adulto que será quien brinde los conocimientos de aquella porción del universo que el sujeto que se socializa ha elegido conocer. No pueden obviarse otros agentes socializadores con los que va tomando contacto el sujeto que se socializa a medida que amplía su universo de relaciones, por ejemplo, instituciones artísticas, deportivas, de esparcimiento, y paralelamente, los medios masivos de comunicación. Estos parecerían agentes impersonales de socialización pues no debe olvidarse que detrás del cumulo de información que ofrecen existen personas con claros objetivos.
Proceso educativo
La educación sistematizada, la que el niño recibe en los establecimientos educativos por agentes especializados y de acuerdo con contenidos debidamente planificados, se diferencia de la socialización, justamente porque ésta última se da a través de un aprendizaje espontáneo y asimétrico de elementos culturales, que el niño recoge en interacción con los integrantes de la familia, sus pares o cualquier otra persona que en la interacción con él lo estimule a fin de que adquiera distintas pautas de comportamiento.
La ausencia de socialización genera como resultado la situación de aislamiento en general, que, produce daños psicológicos y físicos irreversibles.
Socialización y cultura: contenidos socializadores
Hay roles generales adscriptos a todos los miembros de una sociedad dada, y roles particulares, que tienen que ver con las especiales características de una determinada profesión.
Los roles generales influyen en la formación y transformación de la personalidad, en cambio, los roles particulares producen sólo cambios de actitud en el ejercicio específico de tal rol.
Internalizar un rol significa incorporar creencias, valores, ideales, hábitos, costumbres, que se ven reflejadas en pautas de comportamiento socialmente aceptadas.
Leandro Mata
(Febrero 2009)
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